viernes, 15 de mayo de 2015

El Diario de Tacho: Tacho el Constructor




¡¡Mi chucho hermoso pelechador ya tiene tres años!! 

Hola hola, nuevamente yo, después de muuuucho tiempo, reportándome con otra entrada de "el diario de Tacho". 

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que les platiqué sobre las maravillosas aventuras de mi chucho. Ha crecido mucho la verdad, se ha puesto muy fuerte, muy peludo y muy irreverente. ¡Brinca muy alto! Y siempre siempre siempre siempre tiene hambre (neta, yo creo que sí se parece a mi).

Le gusta mucho jugar al futbol; durante los días del mundial, no hombre, ¡lo hubieran visto! O bueno, escuchado, porque no se deja ver jugar, pero corre de un lado a otro pateando su balón de voleibol desinflado, ¡y mete unos golazos!... ya nos acostumbramos al ruidajo que hace la puerta del patio cada vez que la golpea con la pelota. 

Sin embargo su pasatiempo favorito definitivamente es hacer reparaciones a su casita. Y a la nuestra. Hace un tiempo, no recuerdo si les conté, tenía su hacha, y comía y dormía a su lado. Aún recuerdo cuando, en una cena con una amiguita, se dio la siguiente conversación:

-Pues tuvimos que quitar todo el cuchitril que tenía Tacho en el patio. Ya nada más le dejamos su llave inglesa, su sierra, su pelota...
-¿Su qué?
-Su pelota...
-No, ¿su sierra dijiste?
-Ah sí.
-¡¿Por qué tu perro tiene una sierra?!
-Porque le quitamos su hacha.

La cara de mi amiga fue épica, neta. Pero a Tacho no le hizo mucha gracia y armó un berrinche tremendo durante varios días. Sus berrinches prácticamente constan en: saltar demasiado, correr a toda velocidad por el pasillo del patio y saltar con las patas al frente para golpear la puerta, ladrar demasiado. Yo creo que se debió a que le gustaba mordisquear el mango de madera que tenía su hacha, y como la sierra tenía mango de plástico, pues eso no lo puso muy contento. Pero de todos modos ahí la traía, por si se ofrecía ¿verdá?

A la casita que le compramos hace unos años ya le hizo dos ventanitas, una de cada lado, para poder ver a través de ellas cuando se levante temprano (¡a las seis de la mañana empieza con su desmadre!) y poder planear con tiempo los desmanes que hará durante el día. Pero la casa aún no está lista, no no no (a veces me recuerda a tu mamá Mara, siempre está haciendo remodelaciones jajajaja), todavía se escucha, ya sea de día o de noche, serruchar e incluso taladrar, para poder dejarla bien acondicionada. Quiero creer que planea dejar un patrimonio decente a sus hijos. O a Jessy y a mí, jajajaja.

En semanas pasadas hicimos unos arreglitos en el jardín, y mi papá acomodó todos los ladrillos que estaban ahí, atrás en el patio. Los dejó bien chulos, organizados, pero al siguiente día Tacho ya traía un ladrillo en el pasillo. Lo que me desconcierta es cómo diantres hace para cargar un ladrillo, ¡un ladrillo! Se lo lleva en el hocico, supongo... espero D=
A veces lo mete a su olla presto (el plato de comida indestructible que tiene en este momento) pero sigo sin comprender con qué objetivo. Ah, y a veces se para como conejo cuando le voy a echar comida; no viene al caso el comentario ¿verdad? pero quería contarles.

También ha comenzado un tremendo hoyo al lado de la pared de mi habitación; una de dos, o pretende meterse a la casa o hay un tesoro ahí escondido y él está dispuesto a encontrarlo. O se quiere fugar, cual perro malandro que es. Espero que sea lo segundo.

Tengo muchas ganas de... no sé, subir al techo o poner cámaras y espiarlo y ver como es que transporta tantos ladrillos, pero no sería correcto, eso sería invadir su privacidad. Pero me enternecen pequeños detallitos como escucharlo hacer relajo, verlo parado en la puerta mirando fijamente la bolsa de croquetas (aunque recién haya comido), verlo por las mañanas cuando me preparo el café asomarse por la ventana de la cocina y estirar su musculoso cuerpo, y escucharlo en las noches roncar ruidosamente (una vez incluso fui testigo de cómo uno de sus ronquidos lo despertó jajaja).

Yo no sé por qué, de verdad, no lo sé, pero doy gracias a Dios y a la vida por poner un Tacho tan bello y maravilloso en nuestras vidas, porque si no, ¿quién nos avisaría con sus ladridos cuando el agua del tinaco se comienza a tirar? ♥♥♥♥