lunes, 13 de enero de 2014

La historia del perro que me seguía pero no me seguía... pero sí me seguía


La historia que les contaré a continuación me sucedió hace ya varios meses.

Una tarde... o noche... bueno, eran como las seis de la tarde pero el sol ya se había ocultado, mi mamá me mandó a la tienda a comprar leche para mi hermana y croquetas para los chuchos. Enfurruñada le dije que bueno pues, que iba, pero que iba a tener que distraer a Garrapata para que no me siguiera.

Bueno, creo que primero debo contarles sobre ella.

Garrapata era una perrita que se apareció de pronto frente a mi casa cuando era una cachorrita pequeñita. Era bonita, y amigable; al principio pensamos que se había perdido pero nadie la reclamaba. Pasado el tiempo intentamos conseguirle hogar, pero crecía muy rápido y lamentablemente la gente prefiere perritos, chiquititos, sobre todo si son de raza grande, como parecía serlo Garrapata. Al principio era... pues no precisamente una hermosura jajaja, pero poco a poco se fue poniendo bonitilla. La hospedamos en la cochera e incluso le pusimos un cojín para que descansara (aún hacía calor) mientras seguíamos buscándole casa, pero entonces el problema ya no sólo era su tamaño, sino también el hecho de que era una chica. 




Transcurridos unos meses comprendimos porque esa perrita tan linda andaba en la calle: estaba enfermita : (
Notamos que sus ojitos se... opacaban, se ponían blancos, y un día ya no pudo ver; era muy triste, porque como que ella no comprendía que pasaba, y movía su cabeza tratando de... ver, o se tallaba sus ojos para quitarse eso que le molestaba. Sin embargo, aunque al principio fue triste, poco a poco se acostumbró, y llegó un momento en que volvió a ser andariega y juguetona como siempre. 

Y bueno, ahora sí, a partir de ahí comienza la historia.

Para que no corriera peligro al atravesar la calle le dije a mi mamá que la entretuviera en la puerta pero al salir y llamarla... no la encontramos. Le estuvimos hablando durante un tiempo pero no respondió, así que sin más me fuí. Caminaba por la calle, con tranquilidad, cuando de pronto... escuché un ruido detrás de mí.

"Ash, hay viene, es Garrapata" pensé, así que me giré y... no estaba. La busqué pero no la encontré por ningún lado, entonces asumí que había sido tal vez alguna envoltura de gansito o una basura así por el estilo. Y seguí caminado. Empecé a tararear "Take my heart" de Soko, porque la acababa de pasar a mi celular (es en serio eh, sí la tarareaba, neta) y nuevamente escuché ruido. Me volví a girar, sin dejar de caminar, pero no había nada. Di unos pasos más y volví la cabeza nuevamente, pero en efecto, todo era producto de mi imaginación o del aire o qué se yo, pero no había ningún perro siguiéndome. Así que seguí caminando.




Antes de cruzar la, en ese momento, super transitada avenida, volví a mirar para atrás pero solamente había oscuridad, sin embargo me sentía... inquieta. Y fue cuando pensé "esta historia está buena para mi blog; incluso puedo agregarle dramatismo y decir que, después de que falleció Garrapatita (sabíamos que sería pronto u.u ), un perro me seguía pero no me seguía", y así pensando en esas cosas crucé la calle. Al llegar al camellón, justo frente al "Super el Indio" =P esperé para cruzar la otra calle, y en eso ¡la escuché ladrar!

Me giré y ahí estaba, detrás de mí, ladrándole a los carros que pasaban. Le grité, la regañé y la hice subirse al camellón. Y tuvimos que esperar a que dejaran de pasar los carros para cruzar y caminar de regreso a casa. Claro que desde luego que por supuesto que la regañé, por seguirme. Y por no dejarse ver. Y también regañé a mi mamá, por no entretenerla ¬ ¬

Finalmente pude ir a la tienda y hacer las compras tranquilamente; cuando regresé a casa Garrapata se alegró mucho y movió la cola y yo le di croquetas, porque pues... por eso iba a la tienda. Y así la historia tuvo un final feliz :)

Lamentablemente meses después Garrapata se fue. Estaba muy malita de su hígado, y aunque nos dijeron que algunos de sus males podían aliviarse con medicamentos, en ese momento estaba sufriendo y a fin de cuentas su hígado ya no tenía remedio. Decidimos que lo mejor era llevarla con un veterinario para que la durmiera, pero no nos dio tiempo: una mañana ya no apareció. Hace poco mi papá la soñó y llegamos a la conclusión de que quería despedirse. Mientras vivió fue una perrita muy hermosa, muy buena, y a pesar de su enfermedad siempre que nos veía movía la cola y se tiraba al suelo para que le acariciáramos la barriguita. Y por ser tan linda sé que ahora está en el cielo de los perros, persiguiendo a Dios o a San Pedro cada vez que tienen que salir de sus oficinas a hacer algún mandado. Y eso es bueno.

Antes cuando veía algún perrito en la calle lo primero que se me venía a la mente era "ese perro está perdido". Lamentablemente después de conocer a Garrapata, para bien o para mal, lo primero que pienso es que a ese chucho lo botaron de su casa. Y es horrible cuando me entero de que alguna personita hermosa lo llevó al veterinario y este le dijo que el animalito tenía alguna enfermedad; he sabido de muchísimos casos así, y eso me entristece y molesta terriblemente. Pero para las personas que dejan solas a sus mascotas malitas, entérense, habrá un castigo feo, y lo comprenderán cuando siendo viejitos, sus hijos y nietos los abandonen y se conviertan en ancianos solitarios u.u

Pero bueno, ya fuera de broma y castigos, algo sí les puedo asegurar: no estoy sola. Cada vez que salgo de casa voy protegida y acompañada, porque sé que me sigue un perrito que físicamente no me sigue... pero que sí me sigue, ¿saben cómo?