Hoy que tan guapa amanecí (bueno, más que de costumbre jaja), que logré acomodar mi cabello tan bonito y que se me veía tan bien la playera que me gané en un concurso (luego hablo de esos concursos), me he quedado en casa :(
Me sentía horriblemente agobiada, ¡no sabía en que entretenerme! Agarré el libro y me tumbé en el sillón para leer, pero no lograba concentrarme. Saqué mi caja de rompecabezas y me dispuse a armar uno de quinientas piezas, ¡pero que flojera! Además, apenas llevaba el marco y ya me dolía horriblemetne la espalda. Así pues, me largué al cuarto a tocar el violín.
Toco el violín desde hace unos siete años, más o menos (precisamente apenas ayer agregué a a la que fue mi primera maestra de violín, al facebook). Ahora, tocando bien y sin que suene a tortura... serán unos cuatro años. La música es una de mis pasiones, y sin embargo estoy haciendo una licenciatura en administración financiera; por eso cuando estoy de malas suelen llamarme "la violinista frustrada" ¬¬ Pero de eso también hablaré en otra ocasión.
Total, que llegué al cuarto, saqué el violín, lo afiné y saqué mis partituras. Pero ¡OMG! Se me quedaban los dedos pegados porque hasta hace poco fue que le quité las marquitas que le tenía puestas en el diapasón para prácticar la segunda y tercera posición (¡que me salían fatales!) así que tuve que parar y limpiar los restos de cinta adhesiva que le quedaban. Y logré limpiar muy bien a mi bebé, pero me llevó tanto tiempo que apenas si pude tocar unas siete piezas antes de que se me acabara la luz del sol. Y entonces alguien me dirá "¡pues prende la luz mujer!" No, es que en la parte del cuarto en la que ensayo, al prender la luz yo misma hago sombra sobre las partituras, y eso me choca =@
Bueno, he terminado... por hoy, muajaja. Hay que irse a la cama lo más temprano posible (solo que sea antes de la una de la mañana) para mañana lograr convencer a mi papá de que me de dinero suficiente para una brea decente, que las cuerdas de mi bebé merecen ser tocadas solo por lo mejor -_^
¡Bye bye!
Me sentía horriblemente agobiada, ¡no sabía en que entretenerme! Agarré el libro y me tumbé en el sillón para leer, pero no lograba concentrarme. Saqué mi caja de rompecabezas y me dispuse a armar uno de quinientas piezas, ¡pero que flojera! Además, apenas llevaba el marco y ya me dolía horriblemetne la espalda. Así pues, me largué al cuarto a tocar el violín.
Toco el violín desde hace unos siete años, más o menos (precisamente apenas ayer agregué a a la que fue mi primera maestra de violín, al facebook). Ahora, tocando bien y sin que suene a tortura... serán unos cuatro años. La música es una de mis pasiones, y sin embargo estoy haciendo una licenciatura en administración financiera; por eso cuando estoy de malas suelen llamarme "la violinista frustrada" ¬¬ Pero de eso también hablaré en otra ocasión.
Total, que llegué al cuarto, saqué el violín, lo afiné y saqué mis partituras. Pero ¡OMG! Se me quedaban los dedos pegados porque hasta hace poco fue que le quité las marquitas que le tenía puestas en el diapasón para prácticar la segunda y tercera posición (¡que me salían fatales!) así que tuve que parar y limpiar los restos de cinta adhesiva que le quedaban. Y logré limpiar muy bien a mi bebé, pero me llevó tanto tiempo que apenas si pude tocar unas siete piezas antes de que se me acabara la luz del sol. Y entonces alguien me dirá "¡pues prende la luz mujer!" No, es que en la parte del cuarto en la que ensayo, al prender la luz yo misma hago sombra sobre las partituras, y eso me choca =@
Bueno, he terminado... por hoy, muajaja. Hay que irse a la cama lo más temprano posible (solo que sea antes de la una de la mañana) para mañana lograr convencer a mi papá de que me de dinero suficiente para una brea decente, que las cuerdas de mi bebé merecen ser tocadas solo por lo mejor -_^
¡Bye bye!
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