miércoles, 28 de marzo de 2012

La causa de mis desvelos


Así, sin pena alguna, a estas alturas ya puedo admitirlo: te extraño. 
Es un poco tonto, extrañar algo que nunca tuve realmente conmigo, pero a fin de cuentas estas ahí. No siempre para mí, nunca cerca, pero cuando dabas "señales de vida" te sentía aquí.

Me siento tan tonta cuando suena mi celular y tengo la leve, levísima esperanza de que seas tú; una reverenda estupidez, pero todavía ahora no puedo evitar que esa idea pase por mi cabeza.

Me paso las noches contándome tu historia. Nuestra historia. Y me canso de contarlo todo desde el principio, porque es un cuento largo, pero no lo puedo evitar; si no me pongo a recordar lo pasado entonces empiezo a crear un futuro que probablemente no existirá, y eso me duele más. Tengo la fantasía de que alguien me pregunta sobre las cicatrices de mi corazón y yo le cuento todo, con las mejillas rojas y terriblemente acalorada y con ganas de llorar pero a la vez de reír al recordar y... pero insisto, la historia es muy larga como para contarla de principio a fin (¿de verdad eso fue el fin?) y se cansarían de escucharla, así que yo tendría que hacer un resumen y con un resumen, honestamente, no me bastaría en lo absoluto. 

Incluso sueño que te lo cuento a ti cuando sé perfectamente que sabes lo que pasó. Pero no sabes ni remotamente todo lo que yo sentí.

Tú tienes la culpa de mis desvelos, de mi horrible insomnio, porque tengo la imperiosa necesidad de escribir, y llenar este blog de sentimientos y recuerdos y palabras que quise decir y así desahogar un poco de toda esta frustración. Pero no sirve, sigo sintiendo esa maraña de... ideas, y me invaden unas ansias enormes por terminar con este sentir pero no es suficiente, y la desesperación se apodera de mí. 

Pero ahora ya sé lo que pasa, lo acabo de comprender: de nada sirve que me pase escribiendo día y noche si tu no lo ves. ¿Qué caso tiene que ponga aquí todo lo que siento por ti si tú no te vas a enterar? Fui cobarde al no confesarte ciertas cosas cuando te tuve cerca y ahora están atrapadas en un embotellamiento emocional que me urge aliviar. 

Sería difícil hacerte llegar hasta aquí, así que lo más sensato sería decírtelo de frente, armarme de valor y ser honesta contigo, conmigo y con mi pobre corazón. Pero probablemente eso no pase hasta dentro de muuuuuuucho tiempo... si es que pasa.

Así que más vale que me compre una barra nueva de corrector para las ojeras, que busque un buen libro y mi lamparita mágica para leer-escribir por las noches y que tenga mucha mucha paciencia para lograr superar esto. 

Mmm, mañana tengo examen de derecho financiero, creo que sería bueno que aprovechara la noche para ponerme a estudiar =P

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Testimonios de lo aqui escrito: