sábado, 24 de marzo de 2012

Testigo silencioso de la felicidad ajena



"...Es de esas personas a las que no conoces directamente, a las que a lo mejor no ves mucho, pero que está presente cada día en lo que te cuenta la persona con la que estás saliendo y a la que sabes que le dedican sonrisas. Entonces esas personas pasan a ser un poco tuyas. Y al final también tú acabas echándolas de menos."

Gente a la que no conozco personalmente pero de la que he escuchado hablar tanto que pareciera como si la tuviera enfrente. Gente en cuyo mundo ni por asomo figuro, pero en el mio están presentes a cada instante. Gente a la que no le intereso y por lo tanto ellos no deberían interesarme, pero el cariño que les tienen mis seres amados me hace desear su bienestar.

Porque yo sé que si a alguna de las amigas de mi hermana le pasara algo a ella se le rompería el corazón y por lo tanto el mio sufriría la misma suerte. Hace unas semanas falleció un amigo de mi papá y ver el dolor en sus ojos hacía que me entraran unas ganas terribles de abrazarlo y llorar y llorar, por su amigo, su pérdida y su dolor. Una antigua compañera perdió a un ser muy querido y estimado, un sujeto al que apenas había visto de lejos, y aún así me dolía horrores ver los posts llenos de tristeza y que a pesar de su positivismo, a fin de cuentas, el dolor podría estarla carcomiendo por dentro.

Hasta ahora mi felicidad no ha sido total; no he tenido una explosión de alegría tan intensa que las lágrimas me llenen los ojos; no he sentido que todos los ámbitos de mi vida están llenos de amor y dicha, siempre tiene que haber uno medio vacio o completamente seco. Sin embargo, mientras la gente a mi alrededor sonría yo seguiré tomándolo como una señal de que sí hay oportunidad, de que si ellos pueden yo también, de que si ellos son felices... es algo menos por lo cual preocuparme jeje. Y si no lo hacen, entonces hay que poner manos a la obra para que eso cambie (y entonces tener una preocupación menos =P), dejar de lado mi dolor o sacudirme la flojera y abrir los brazos para reconfortar o dedicar unas palabras de aliento, aunque he pasado los últimos meses siendo yo la reconfortada que temo haber perdido la práctica en eso :( Sin embargo, pondré todo mi empeño en lograr transfornar las lágrimas y caras largas en carcajadas y ojos rebosantes de alegría.

Y a veces duele el pensar o imaginar al hombre al que quiero siendo feliz con alguien más. Y verlo puede llegar a ser como la muerte, como una herida profunda y terriblemente letal, pero (y a riesgo de que me llamen loca masoquista) a fin de cuentas está bien y aunque llore a mares y el aire me falte y tenga el corazón desolado y no pueda probar bocado durante un par de días, el verlo tan feliz hace feliz a una parte de mi. Y si él es feliz sin mi, ¿por qué yo no habré de ser feliz sin él? Ya empecé y creo que lo mejor es seguir así. A menos que los vientos cambien de dirección, entonces será oooootro rollo, pero mientras, pues a sonreír :)



No soy egoísta, no es que nada más piense en mí. Es que no sé como explicar lo mucho que me importan sin sentirme azorada y terriblemente sentimental. ¡Compréndanme! Y tenganme mucha paciencia: aún estoy en proceso de aprender a externar mis sentimientos... o al menos una pequeña parte de ellos.

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