Esta mañana que fui a traerle comida a Tacho mi mamá me dijo que de paso le trajera un huesillo de carnaza para que se entretuviera un rato y dejara en paz el balde en el que el poníamos agua (que ahora se la ponemos en uno más grande y no lo puede voltear, pero olvidé quitarle el chiquillo y a eso de las 6:00am ya anda dándole vuelo y haciendo un escándalo con él). Esta vez le traje uno redondillo, medio pirata, pero ha cumplido excelentemente su función, sin mencionar que Tacho corre de un lado a otro en el patio, como perro poseído, con el hueso en el hocico.
Y precisamente viéndolo correr recordé la historia de su primer hueso de carnaza.
Se lo compré hace buen rato, todavía estaba chiquillo, tendría unos dos meses. Era... pss normal, con forma de hueso jaja y cuando se lo di... pasó los primeros diez o quince minutos del encuentro ladrándole, ¡pero no se le acercaba! Quien sabe que diantres era eso, pensaba. Fue cuando comenzamos a sospechar que... estaba medio mal de su cabeza. Pero al rato le agarró la onda y comenzó a masticarlo. Ese primer encuentro fue en el jardín.
Días después ya estando en el patio todavía lo traía de un lado para otro, sin embargo como a la semana me extraño que otra vez volvía a modisquear todo lo que se encontraba en el patio. "¿Y tu hueso Tacho?" le pregunté, pero pss él me tiró a loco.
Como a los dos días lo vi en el pasillo, todo revolcadillo pero al parecer todavía con muy buen sabor. Esa misma tarde desapareció.
Asumimos que, como había hecho Laila la perrita de mi tía y mis abuelos con sus huesitos verdes, Tacho habría enterrado su hueso así que de vez en cuando daba un paseillo por el patio así como que no quería la cosa para ver si lograba descubrir el lugar en el que había enterrado el tesoro husoso. Pero no se veía ni tierra removida ni... nada de nada. Hoy día el patio de pronto parece campo de guerra lleno de agujeros, de hecho creo que ahora mismo tiene un proyecto de hacer un tunel subterraneo hasta China, porque hay un super hoyo. A ver a dónde nos llevará jaja :D
Han pasado ya varios meses y de ese hueso ya ni nos acordamos casi. Me acordé hoy pues porque le compré otro, pero ¿dónde jodidos quedó el hueso pasado? ¡¿Que hizo con él?! D:
Dada la situación he pensado en dos posibles respuestas:
1) Lolo o algún otro gato cholo se lo robó.
2) Tacho es un perro mágico y lo desapareció.
La neta apostaría más por la opción número 2 porque el hueso estaba muy grande como para que un gato pudiera cargar con él así que... pss a ver si pa la próxima nos aparece unos dolaritos el Tacho. Digo, pa que se compré muchos huesos más. Y yo una tablet y un carro de paso ¿no?
Ooooooooooo, ahora vengo pensando que tal vez la pelusa siniestra se lo robó. Pero no veo para que una pelusilla querría llevarse algo así.
Todavía sigo esperando algún día ver aparecer ese hueso. Es que en serio no me explico que pudo pasar con él porque del patio ya no salió ese juguete, ¿Tons?
Eso mis amigos, sólo Tacho lo sabrá. Supongo. Espero.
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